Recuerdo ese primer día, hace ya casi un año, como un día inolvidable, mi primer voluntariado en Gambia ,mi primer viaje en avión, mi primer proyecto con Aborigen View, con más responsabilidad que aquel voluntariado en el Sahara del 2018.
Tenía que estar en Alicante a las 4:30 de la madrugada como muy tarde, me salió un trabajo la noche de antes que terminaba a las 23:00 y era imposible ir a pasar la noche allí, con parte de el equipo. El amor por mi trabajo me hizo decir que si y apurar el tiempo al máximo. Salía un poco mas de las 23:00 con mi coche desde Puertollano, 5 horas de viaje, pero parando, yo ya había decidido no parar pero al final las prisas no son buenas. Todo iba genial, me sentía super agusto, Google Maps decía que llegaba a mi hora y unos truenos iluminaba el horizonte, fantástico, como de película. Empezaba mi aventura hacia Gambia y mi primer «todo». Los truenos que parecían tan bonitos acabaron descargando su fuerza con unas lluvias apocalípticas, se me pasaba por la cabeza parar, pero si lo hacia no llegaba , Google ya me ajustaba los tiempos, tuve que bajar la velocidad y eso cambio la película, llovía demasiado, y encima a esas horas recuerdo que tenia que haber echado más gasolina, que me quedaba corto, que idiota, con el inconveniente de que todas ya estaban cerradas, ni las de 24 horas, encima me paraba y parecía una broma, cada vez era mas tarde, y me estaba poniendo malo, pero al final encontré una, por fin.
Ya empezaba a ver las montañas de , y eran las 4 de la madrugada, un compañero me llama, tan estresado como yo, pero ya estaba hecho, ya llegaba, y llegué, aparqué , me cambié y me monté en el coche destino a el aeropuerto, histérico perdió contaba mi historia delante de nuevos voluntarios que no conocía pero que me conocieron rápidamente.
¿Y sabéis que? Mi confort duró poco. En el aeropuerto era el único que casi se queda fuera por culpa de una huelga en Barcelona, la tensión volvía quedándome en la puerta discutiendo con la azafata si había hueco o no lo había, de risa…o de locos…pero entré, y los compañeros que acababan de conocerme en plan loco, se alegraban más que yo… y ya dentro, se me olvidó que era mi primer vuelo, parecía una cámara oculta…. Pero menudo abrazo nos dimos en Barcelona.Y ay ay que ya huele a Gambia.